¿CUÁNTO VALE UNA TECNOLOGÍA?

La valorización de una tecnología es esencial para establecer las condiciones de transacción de los desarrollos tecnológicos. 

Hoy podemos decir que los métodos más comunes son:

• Método basado en costos 
• Método basado en ingresos
• Método de mercado 

Para la estimación del valor de una tecnología se deben recopilar datos financieros relevantes, como costos de desarrollo y proyección de ingresos. La esencia del análisis de los costos es disponer de una referencia de la inversión que sería necesaria para desarrollar y patentar una invención comparable o similar. En caso de utilizar la proyección de los flujos de caja, se estima y aplica una tasa de descuento para obtener el valor neto. Estos montos se pueden ajustar, considerando la fortaleza legal de la patente y factores de riesgo, como el de obsolescencia. 

De este modo, la valorización es un proceso que combina el IP Assessment y el Market Assessment, para generar un valor estimado. 

En el IP Assessment se consideran la vigencia, el estado legal, la diversidad en la familia, el grado de exclusividad y protección frente a la competencia, la existencia de litigios, entre otros aspectos. Una patente sólida con reivindicaciones bien redactadas y difícilmente replicable por competidores tiene un mayor valor.

En el Market Assessment se evalúa el potencial de ingresos y rentabilidad, bajo las distintas modalidades de transferencia. También es relevante la información de mantenimiento y explotación. Se analiza el mercado objetivo y el comportamiento de la demanda tecnológica, a la luz del grado de innovación del sector donde se aplica. El valor de tecnologías similares es una referencia valiosa.

En resumen, la valorización de una tecnología se ha abordado, por un lado, evaluando la inversión requerida para su desarrollo y, por otro, estimando su potencial de explotación comercial.

Tópicos relacionados: IPscore, Fraud Score, TRL, FTO

Sergio Cerda González

DENDERA

¿QUÉ ES LA TECNOESFERA?

Aunque este término se ha retomado en el marco de las discusiones sobre economía circular y sustentabilidad, su uso permite iluminar la debilitada línea de análisis prospectivo.

El concepto de tecnoesfera ha sido desarrollado y enriquecido por diversos autores, quienes han contribuido a su comprensión como un sistema complejo que integra tecnología, sociedad y medio ambiente a escala global. Peter Haff, especialista en geología e ingeniería civil ambiental de la Universidad de Duke, definió hace una década, la tecnosfera como un sistema global, tecno-social y consumidor de energía, formado por los seres humanos, todos los artefactos y sistemas tecnológicos inventados, así como por los protocolos e información creados. Esta combinación de humanidad y tecnología está estrechamente vinculada con la actual era geológica, conocida como el Antropoceno, que se ha desarrollado desde los años 50. 

Más recientemente, Sergio Maydeu-Olivares (2023), de Oxfam, utiliza el concepto de tecnoesferas para referirse a áreas de influencia tecnológica con carácter fluido y no completamente estanco. En 2011, Raúl Claro ya vinculaba la tecnosfera a una especie de “macrorealidad” surgida de la civilización científico-técnica, que impacta negativamente las esferas naturales y plantea desafíos ecológicos y sociales. Claro describe el proceso de concatenación entre las esferas terrestres —la Geosfera, la Biosfera y la Tecnosfera— estableciendo sus hitos fundamentales y evidenciando el giro altamente nocivo que implica esta última.

Sergio Cerda González

DENDERA