martes, 14 de octubre de 2014

Inteligencia Competitiva, una disciplina en construcción*.

La gran variedad de actividades incluidas en los procesos para generar inteligencia y la implicación de diferentes áreas funcionales hacen que la IC sea el resultado de la integración de diversas disciplinas.

Las actividades de IC suelen vincularse a dos áreas dentro de las funciones de las organizaciones. Una primera aproximación asocia la IC como una disciplina dentro de la Gestión del Conocimiento y de la Información. Por otro lado se ha asociado a la IC a la Administración y Dirección de empresas, particularmente al área de Marketing y Dirección Estratégica. Todas ellas realizan un aporte a las actividades de IC.

En los años 80 y 90 se introducen de manera formal las herramientas y prácticas de IC como función vinculada a la planificación estratégica. Las prácticas de IC han tenido origen en el sector privado, con el objetivo de ganar ventajas competitivas. El análisis de información del entorno competitivo es fundamental a la hora de establecer planes de acción o introducir nuevos productos o servicios.

Esta necesidad privada de reducir las incertidumbres ha ocasionado que la práctica de IC haya ido por delante del corpus teórico. Progresivamente el análisis de las prácticas de IC se ha incorporado al ámbito académico, permaneciendo el debate acerca de si es parte de otras disciplinas o una disciplina emergente que construye sus propios modelos teóricos, métodos y herramientas[1].

Las herramientas de análisis en la IC provienen de los campos de la  administración estratégica, el marketing y la prospectiva. La teoría de la organización y más concretamente la gestión estratégica y el proceso de innovación, recalcan la importancia de vigilar el entorno. La dirección estratégica pretende detectar de manera precoz los cambios en el entorno y asegurar la adecuación de la organización a este. También la administración como disciplina aporta los modelos, herramientas y técnicas de análisis para generar inteligencia. Ejemplos de lo anterior son los diferentes modelos de análisis competitivo, tales como los desarrollados por Michael Porter[2].

El marketing realiza importantes aportes a las prácticas de IC, partiendo del importante paradigma de orientación al mercado, la necesidad de conocer información sobre los clientes, los competidores y el entorno. Las técnicas y métodos cuantitativos y cualitativos utilizados por el marketing para analizar la demanda y la competencia han sido desarrollados y complementados con otros métodos por la IC.

La captura y análisis de la información son la base para la adecuada toma de decisiones. La ciencia de la información aporta el marco teórico, pues su misión es servir las necesidades de información de la organización, siendo entonces sujetos de estudio tanto el usuario como las herramientas de búsqueda, la captura, el almacenamiento (indexación, catalogación, evaluación de obsolescencia) y la distribución. La ciencia de la información contribuye igualmente con la informetría (que contiene las anteriores esferas de la bibliometría y la cienciometría) como técnica de análisis.

Para el almacenamiento, explotación y diseminación de la información, la ingeniería informática aporta el diseño de la infraestructura informática. Esta importante y reciente disciplina permite ejecutar aplicaciones en el entorno, desarrollar softwares especializados, implementar proyectos de almacén de datos (data warehouse) y realizar minería de datos a través de asociaciones o cluster mapping. Las plataformas de vigilancia son otro de los aportes, así como modelamientos de datos y herramientas de visualización, todo lo anterior orientado a la mejor toma de decisiones.

De este modo visto, los servicios de información tradicionalmente desarrollados en las bibliotecas especializadas y de empresas para la actualización continua de los técnicos, gerentes e investigadores, ya no consiguen suplir todas las necesidades a las que se enfrentan las instituciones en lo qué se refiere al escenario mundial de internacionalización y globalización de la economía. La adquisición de publicaciones especializadas, la suscripción de periódicos impresos y virtuales, el uso de bancos y bases de datos remotos, el acceso incondicional a Internet en las instituciones, por sí solo no transforma ese universo de información en productos de inteligencia. Ese panorama de “exceso de información”, deberá ser analizado y transformado en productos de inteligencia para la toma de decisión en los altos cargos de las empresas e instituciones[3].

Finalmente, la prospectiva (future studies) permite el diseño de análisis prospectivo y diseño de escenarios, metodologías que constituyen uno de los alcances más avanzados en las prácticas de IC.

Son evidentes los puntos comunes entre los diferentes ámbitos del conocimiento. En la actualidad se construye el corpus teórico de la IC a partir de reconocer los aportes de diferentes disciplinas. Las áreas más predominantes en este proceso son la administración estratégica, la gestión del conocimiento y la ciencia de la información.



Artículo publicado en "Inteligencia Competitiva". Centro de Competitividad del Maule 2014. Universidad de Talca - Chile.
[1] Parker, K., Nitse y B. Daveh (2008): “History of computing education trend: the emergency of the Competitive Intelligence”
[2] Porter, M. (2009): “Ser competitivo”. Ediciones Deusto, Harvard Business Press.
[3] Lopes, L. (2010): Minería de Datos para Inteligencia Competitiva. Organización Delfos. Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. Cuba.

De la guerra comercial a un nuevo acuerdo

Todos recordamos la mediática guerra comercial que inició Donald Trump a partir de marzo. El punto más álgido de este conflicto fue la escal...